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domingo, 8 de junio de 2008

Cuando Obama era Barack

Barack Obama regresó a Washington el pasado martes por la noche con la nominación demócrata asegurada, pero sin tiempo para celebraciones. Su mujer, Michelle, voló a la casa familiar de Chicago, desde Saint Paul (Minnesota), donde el candidato había anunciado su victoria en las primarias, "el final de un recorrido histórico y el comienzo de una nueva carrera". Obama, de 46 años, dejaba atrás seis meses de agotadora campaña de primarias, 54 elecciones de las que había ganado 29, y 18 millones de votos. Había intentado hablar con su gran rival, Hillary Clinton, por teléfono durante toda la noche, sin suerte. La senadora, desde Nueva York, anunció que no decidiría nada esa noche. Y desconectó el teléfono.
El miércoles, en su primer 'discurso presidencial', se ganó a un auditorio de judíos teóricamente hostil
Kellman le preguntó: "Qué es lo que más te enfada en el mundo?". "La injusticia", respondió. Y fue contratado
Obama ni siquiera pudo descansar. En el avión preparó un discurso que tenía que pronunciar ante un grupo de 7.000 líderes judíos a la mañana siguiente. Comparecería ante el Comité de Asuntos Públicos Estados Unidos-Israel. La comunidad judía norteamericana ha sido uno de los grandes apoyos de Hillary Clinton en esta campaña, y ha mantenido una gélida distancia con el campo de Obama a causa de declaraciones efectuadas por el senador como que se reuniría con el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, durante su primer año en la Casa Blanca, "sin condiciones, para lograr la paz".
El entorno era, en principio, hostil, pero Obama supo estar a la altura del reto. Comenzó bromeando. "Por favor, avisadme si veis por aquí a ese tal Barack Obama, porque da miedo", dijo, en referencia a diversos correos difundidos por el Partido Republicano en los que se le acusa de "tibio" con la causa palestina y los regímenes totalitarios de Oriente Próximo. Luego se declaró "un verdadero amigo de Israel", y acusó a los palestinos del grupo terrorista Hamás de "corruptos" y "falsos profetas del extremismo".
El que Obama ofreció ante los líderes judíos fue el perfil de un presidente, capaz de prometer que "Jerusalén seguirá siendo la capital de Israel, sin divisiones", o que nunca pondrá en jaque la seguridad de Israel. A lo largo de la campaña, el senador ha declinado llevar un pin con la bandera norteamericana en la solapa, pero el miércoles lo lució por primera vez. Junto con la bandera de barras y estrellas ondeaba la de Israel, con la estrella de David.
El resultado fue un Obama de perfil netamente presidencial, un maestro de la política capaz de adaptar su discurso a las condiciones que la nueva situación requiere. La audiencia se levantó en 13 ocasiones, ahogando su discurso en aplausos. El candidato se metió en el bolsillo a una comunidad que no podía estar más en las antípodas del cambio que él quiere representar: judíos de un lobby afincado en Washington; el símbolo del establishment, del poder y la influencia de Estados Unidos en el mundo.
Obama no podría tener una procedencia más diferente a la de quienes le escuchaban. Políticamente se crió en Chicago, una ciudad en la que el gobierno y el crimen caminan a veces juntos de la mano. Y ni siquiera se formó en el centro de Chicago, uno de los más sólidos bastiones del Partido Demócrata entre las grandes urbes de EE UU. Obama comenzó a querer cambiar el mundo en lo que se llama el South Side, los suburbios de mayoría afroamericana de la ciudad, una de las zonas más peligrosas y miserables de todo el país.
En 1981, el joven estudiante nacido en Hawai llegó a Nueva York. Tenía 20 años y había sido transferido a la Universidad de Columbia, donde se licenciaría en ciencias políticas en 1983. Obama no se explaya sobre sus años en Nueva York en ninguno de sus dos libros de memorias. Dibuja la gran ciudad como un entorno hostil, por donde vagaba en solitario sin amigos o conocidos. "Pasé aquellos años en la biblioteca. No me relacionaba. Era como un monje", diría en una revista de la universidad en 2005.
Recién licenciado, encontró un trabajo como consultor en las empresas Business International Corporation y New York Public Interest Research Group, una experiencia que en su libro retrata como un pequeño calvario personal. El joven negro sin raíces se encuentra, de repente, con "una secretaria, un despacho y dinero en la cuenta". "A veces salía de una entrevista con inversores japoneses o corredores de Bolsa alemanes, veía mi reflejo en las puertas del ascensor -me veía con traje y corbata, maletín en la mano- y por un segundo me imaginaba como un magnate de los negocios, ladrando órdenes, cerrando tratos. Luego recordaba en qué había soñado que me convertiría, y sentía punzadas de remordimientos por mi falta de iniciativa", escribe en sus memorias.
Y entonces, en 1985, se encontró con Gerald Kellman en las páginas del diario The New York Times. Kellman era un organizador comunitario, una suerte de trabajador social que trabajaba con las personas que habían perdido sus empleos durante la gran crisis de las siderurgias de Illinois e Indiana en los años ochenta del pasado siglo. Muchos de los afectados vivían en el South Side de Chicago. El equipo de Kellman era sobre todo blanco. Para ganarse el favor de estos desempleados decidió contratar a un negro. Publicó un anuncio en el diario neoyorquino y recibió el currículo de un tal Barack Obama.
"Me extrañó este nombre. Era exótico. Le pregunté a mi mujer, que es de origen japonés, si Obama era un apellido nipón", explica Kellman en la parroquia de Saint Mary of the Woods, la iglesia católica de Chicago en la que trabaja ahora. "Puede que sí", le dijo su mujer. El currículo y la carta de presentación le gustaron, así que llamó a Obama y le preguntó si era japonés. Obama dijo que no, que era negro, y que era su sueño ser organizador comunitario.
En un caluroso día de agosto se reunieron en una cafetería de la avenida Lexington. "En lugar de entrevistarle yo, fue él quien me entrevistó a mí", explica Kellman. "Para mí era muy importante contratar a alguien que no se quemara pronto; una persona con ganas de trabajar con gente muy pobre, de escasa formación, gente maltratada por la vida", explica Kellman. "Barack era alguien sin identidad a la búsqueda de sí mismo, capaz de ayudar a los demás en este propósito. Y sabía escuchar. Eso es fundamental, saber atender a los problemas de los demás".
Recuerda especialmente una parte de la conversación que mantuvo con Obama que le decidió a ofrecerle el puesto inmediatamente.
-¿Qué es lo que más te enfada en el mundo? ¿Qué te saca de tus casillas?
-La injusticia.
Obama aceptó el trabajo, aunque el sueldo le convertía en alguien que rozaba el límite de la pobreza. Eran 10.000 dólares al año. Kellman se las arregló para pagarle un coche -"o algo similar a un coche"-, un destartalado Honda que costó 2.000 dólares. Lo cargó con todas sus posesiones y condujo los 1.200 kilómetros que separaban Nueva York de Chicago. Nunca había estado en esta ciudad, pero sabía que era una urbe sumida en una verdadera batalla racial.
En aquella época, el primer alcalde negro de la ciudad, Harold Washington, se enfrentaba a todo el racismo y las reticencias de una ciudad hasta hacía poco gobernada siempre por blancos. Logró la alcaldía en 1983, sin pertenecer a ninguna de las familias que controlaban todos y cada uno de los barrios y distritos. Sus oponentes no tuvieron piedad. Los carteles electorales republicanos rezaban: "Vota lo correcto. Vota blanco". Entonces se llamaba a Chicago "la Beirut del lago Michigan".
Obama y otros organizadores comunitarios comenzaron a coordinar su trabajo en el rectorado de la iglesia del Santo Rosario, un modesto edificio de ladrillo marrón en el barrio de Roseland, en el sur de la ciudad. Su despacho, compartido entre tres, era un medio sótano con dos ventanucos, sin ventilación alguna e iluminado por un tubo de luz fluorescente. Los papeles y las mesas de aquella época todavía se agolpan en esta misma habitación, cubierta por el polvo de veinte años.
No muy lejos de aquí emprendió Obama su primer proyecto como trabajador social, en el barrio de Altgeld Gardens. Unió a un centenar de residentes que necesitaban desesperadamente una serie de reformas en su edificio. Obama logró que algunos consiguieran financiación pública y que los dueños de la propiedad retiraran unas vigas construidas con amianto, material muy común en los años setenta que es altamente tóxico.
"Fue un trabajo valiosísimo el que Barack hizo", explica Linda Randle, afroamericana que también trabajaba como organizadora comunitaria en Altgeld Gardens. "Buscó y encontró trabajo a un grupo de mujeres a las que sus empresas habían prejubilado. A una de ellas le consiguió una beca para la universidad, y encontró trabajo gracias a un máster que estudió. Ése era Barack, una persona trabajadora, que sudaba la camisa, comprometida. El mismo que veo en la tele ahora".
En aquella época, todos sus compañeros tenían una fe. Todos menos Obama. Kellman había sido judío, pero se convirtió al catolicismo. "Nosotros siempre le insistíamos a Barack para que buscara una iglesia", explica. "Era difícil que los desempleados, que acudían a las parroquias a rezar, aceptaran su ayuda si no les ofrecía, al menos, el vínculo de la fe. La comunidad afroamericana es muy devota. Y yo veía, entre líneas, que esto ayudaría a Barack a encontrar su perdida identidad".
Así, Obama descubrió al que sería su mentor durante años, un intelectual brillante, un orador excelente y, recientemente, un verdadero dolor de cabeza para la campaña del ahora candidato a la presidencia. Jeremiah A. Wright nació en Filadelfia, un Chicago en miniatura por sus importantes problemas de segregación y racismo. Prestó servicio en el ejército entre 1963 y 1967, y luego consiguió diversos títulos universitarios en lengua y literatura inglesas y teología. En 1975 acudió a Chicago para hacerse cargo de la iglesia Trinity United, que no superaba los 250 feligreses en cada oficio. Cuando se retiró, en marzo, tenía más de 10.000 miembros registrados.
Wright es un hombre de una intensa presencia. Cuando era pastor le rodeaba siempre una cohorte de subalternos, secretarios y guardaespaldas. La respuesta con la que los periodistas se encontraban al tratar de acercarse a él en su parroquia era siempre la misma: "El reverendo Wright no concede entrevistas". Al pastor se le conoce por sus histriónicos sermones, repetidos hasta la saciedad en las cadenas de televisión conservadoras. En ellos acusa a EE UU de ser un país racista. "Dios maldiga a América", grita a los cuatro vientos en uno de esos vídeos. "Nos merecíamos
[los atentados terroristas del] 11-S, por la violencia en Oriente Próximo. Todo el mal que hemos hecho en otros países vuelve a nosotros".
En la tarde del domingo 3 de enero, en uno de sus últimos servicios, Wright proclamaba su lema a los congregados, todos afroamericanos: "Sin vergüenza de ser negros, sin reparos por ser cristianos". Entonces, Obama todavía era miembro de la iglesia. "Votad, mis fieles. Votad porque muchas son las vidas que se han perdido para daros ese privilegio".
Junto a él, la bandera panafricana, con sus vistosos colores rojo, verde y negro. Todo su sermón se centró en una parábola que bien podría representar las enseñanzas a través de las cuales Obama descubrió su fe y su identidad. "Un hombre pierde la vista. Se queda ciego. Sus amigos le dicen que se ha quedado ciego por ser malo a los ojos de Dios. Estas personas convierten un hecho biológico en una sandez teológica. Así nació toda la teología de la supremacía blanca. Yo os digo que no sintáis vergüenza por ser negros. Ser negro no es una maldición. Que no os cuenten mentiras, porque con estas mentiras los blancos nos convirtieron en esclavos".
Obama escuchaba cada domingo discursos como éste sentado en una de estas sillas rojas, enfrentado a un potentísimo coro de mujeres negras. Aquí encontró lo que su historia personal le había negado. Su madre era de Kansas; su padre, de Kenia; su infancia la pasó entre Hawai e Indonesia. No era ni blanco ni negro. Su nombre sonaba exótico. Hasta que Wright le ofreció a Obama la "audacia de la esperanza", una frase con la que el senador titularía su segundo libro. "En aquella época, nuestros juicios y nuestros triunfos se convirtieron, por fin, en únicos y universales, negros y más que negros", escribe el senador en el libro.
Tras tantos años de camino junto a su pastor fue difícil para Obama distanciarse totalmente de él el pasado 1 de mayo. Había aguantado la tormenta política de sus sermones, de las acusaciones conservadoras de que era un candidato antiamericano y racista en el corazón. Había pronunciado discursos en los que pedía que América superara "sus viejas heridas raciales". Pero la gota que colmó el vaso de la amargura fue la de la comparecencia de Wright en el National Press Club de Washington el 28 de abril, cuando insinuó que Obama era un hipócrita: "Si el senador Obama
[no se hubiera distanciado de mí] nunca podría ser elegido. Los políticos dicen lo que dicen y hacen lo que hacen basándose en la posibilidad de ser elegidos, basándose en cortes de voz, basándose en encuestas".
Obama aseguró que los sermones del reverendo eran "destructivos y divisivos", un reducto de alivio para "los que se alimentan de odio". El 1 de junio abandonó la iglesia, tras escuchar las declaraciones de un pastor católico y blanco que hacía mofa de Hillary Clinton e insinuaba que la candidata era racista. "Me apena", dijo Obama. "Allí encontré a Jesucristo, allí me casé con mi mujer y bauticé a mis niños". Pero la carga política de seguir relacionado con la iglesia era ya un lastre demasiado pesado para poder con él.
En su iglesia y en su trabajo, Obama también descubrió una vocación más ambiciosa que la de organizador comunitario. "Barack ayudaba a los ciudadanos a saber cuán poderoso podía ser su voto, a organizarse para conseguir beneficios", explica Michael Kuglik, otro de los trabajadores sociales con los que recorría las calles. "Gracias a él conseguimos mejores escuelas, mejor cobertura sanitaria. Ahí veías ya al Barack que quería cambiar el mundo".
Con esta voluntad, Obama se matriculó en la Facultad de Derecho de la muy prestigiosa Universidad de Harvard, donde le esperaba una carrera universitaria llena de éxitos. Fue el primer afroamericano elegido presidente de la revista Harvard Law Review; se graduó magna cum laude y volvió a Chicago para trabajar brevemente en Project Vote, una organización cuya única finalidad era lograr que el mayor número posible de personas se registrara para votar en las elecciones presidenciales de 1992. El equipo de Obama consiguió algo inaudito, un verdadero homenaje póstumo al alcalde negro Harold Washington: 150.000 nuevos votantes se dieron de alta, la inmensa mayoría negros. Por primera vez, el número de electores afroamericanos superaba la cifra total de blancos.
Ya en 1993, la revista local Chicago Magazine le saludaba como "la nueva estrella política". "El alcalde tomó nota del aumento en participación negra, pero eso no significa que esté pendiente de que le venga una estrella política afroamericana por la espalda". Entonces comenzaron los rumores sobre las posibles opciones políticas de Obama, que había aceptado un trabajo como abogado en el bufete Davis, Miner, Barnhill y Galland.
Se presentó a las primarias para el Senado de Illinois en 1996, en el único episodio en el que parece haber traicionado sus principios, siempre repetidos, de "dar voz a todos los votantes". En enero de aquel año, él y su equipo comenzaron a presentar quejas formales contra el resto de políticos demócratas que competían con él en las primarias, entre ellos la veterana senadora Alice Palmer, muy querida en el difícil mundo del South Side. Dicen casi todos los medios norteamericanos, de The New York Times al Chicago Tribune, que, por una vez, Obama jugó con las estratagemas de Chicago, la ciudad sin leyes políticas. Consiguió que el Partido Demócrata declarara irregular un gran número de firmas que apoyaban a sus contrincantes, y logró ser el único que se presentó a las primarias.
Entrevistado por el Chicago Tribune, Obama dijo que, ante la duda, llegó a la conclusión de que "si no se puede cumplir con las normas a la hora de firmar una petición en las primarias, ese representante político no puede llegar a hacer bien el trabajo". Pocos dudan de que si la senadora Palmer, entonces amiga de Obama, se hubiera presentado, habría arrasado entre los demócratas. En sus ocho años en el Senado de Illinois, Obama luchó por incluir en la agenda de los políticos asuntos como la reforma de la asistencia médica, la pobreza, el crimen y el medio ambiente, unos temas que se han convertido en pilares de su campaña presidencial.
Las acusaciones de Hillary Clinton y el candidato republicano, John McCain, de que Obama no tiene ningún tipo de experiencia en política quedarían fácilmente desmentidas con un simple repaso de los títulos de las 823 leyes que promulgó junto con otros senadores. Su primer proyecto, el más ambicioso, fue intentar por sí mismo que Illinois garantizara cobertura médica universal a sus ciudadanos. Los republicanos y una buena parte de demócratas tumbaron la propuesta.
Con el tiempo, se sumergió de lleno en el ambiente político de Illinois. Dejó la imagen de político radical y se hizo un hueco, cada vez más imprescindible, en el Senado. "Barack consiguió que se aprobara una ley que creó un grupo de agentes que investiga si algunas de las detenciones que hace la policía en Chicago obedecen a motivos raciales", explica la representante de la Cámara de Illinois Debrah Graham. "Con esta ley disminuyó el número de cacheos injustificados a afroamericanos. Y logró que los interrogatorios a sospechosos de homicidio sean grabados, para evitar que los agentes impongan confesiones falsas a los supuestos criminales".
Entre otros proyectos, Obama consiguió que se reformara la oscura ley de financiación de campañas electorales de Illinois. Aumentó los subsidios que podían recibir las madres solteras y logró que se aprobara una ley en la que se concedían rebajas a las personas que no se podían permitir pagar sus impuestos. No es que el senador revolucionara el Estado, pero supo llevar a cabo los modestos objetivos que se impuso.
"Lo bueno de Obama es la rapidez con la que aprende", explica Martin Lawrence, viejo conocido del senador y director del Instituto de Políticas Públicas de la Southern University de Illinois. "Por primera vez vimos que un político joven estaba dispuesto a rebasar las líneas del partido. Tenía una serie de puntos en su agenda, claro. Pero sabía que para cambiar el panorama político tenía que ser flexible".
Tal era su flexibilidad que votó simplemente "presente" a 129 leyes propuestas por sus contrincantes, algo que provocó duras críticas de su contrincante, Hillary Clinton. Entre ellas, diversas normas a favor del aborto. "No queda duda de que Barack está a favor del derecho a abortar. Es un político de perfil netamente liberal, preocupado por temas como la seguridad social o la lucha contra la pobreza", explica Cynthia Canary, directora de la Campaña para la Reforma Política de Illinois, que trabajó en numerosas ocasiones con Obama en Springfield, capital del Estado.
"Que Obama votara simplemente 'presente' en tantas ocasiones, en lugar de sí o no, significaba que sabía trabajar en este ambiente político", explica el profesor Lawrence. "Igual no estás de acuerdo al cien por cien con lo que quiere un senador, pero le concedes el beneficio de la duda, le transmites el mensaje de que estás dispuesto a negociar. Así es como se avanza en política, con el diálogo, con la flexibilidad". Esta flexibilidad es la que exhibió Obama el pasado miércoles ante el lobby judío: es su promesa de superar las heridas raciales y partidistas para llegar a un "futuro mejor, mediante el diálogo".
Precisamente el diálogo ha sido la bandera que ha hecho ondear Obama desde que anunciara su candidatura, en febrero de 2007. "Es aquí, en Springfield, donde el Norte, el Sur, el Este y el Oeste se encuentran", dijo el candidato en el mismo punto en que Abraham Lincoln pronunció un famoso discurso contra la esclavitud en 1858. "Aquí se me recordó la decencia esencial de la gente de América, aquí aprendí que con esa decencia podemos construir una América de esperanza".
Obama ha recorrido un espinoso camino para llegar hasta aquí. Ya tiene a la vista la Casa Blanca. Está muy cerca. O demasiado lejos. La solución: el 4 de noviembre.

Un líder llamado Barack Hussein Obama
- 4 de agosto de 1961. Nace en Honolulú. Sus padres, Barack Obama, keniano, y Ann Durham, de Kansas, se habían conocido en la Universidad de Hawai.- 1964. Los padres se divorcian cuando Barack tiene tres años. Obama, padre, regresa a Kenia y apenas volverá a ver a su hijo.- 1967. Ann se traslada con su nuevo marido, indonesio, y sus hijos a Yakarta. Con 10 años, Barack regresa a casa de sus abuelos maternos en Hawai. Es un adolescente brillante y rebelde. En sus memorias reconoce que en esa etapa consumió cocaína y sufrió crisis de identidad por ser mestizo.- 1983. Se gradúa en Columbia en Ciencias Políticas. Su padre había muerto un año antes.- 1985. Trabajador social en zonas conflictivas de Chicago.- 1991. Se gradúa magna cum laude en Derecho en Harvard. En la Escuela de Leyes es elegido el primer presidente negro de la Harvard Law Review.- 1992. Se casa con Michelle LaVaughn Robinson, de raza negra. Se conocieron en una comida de negocios cuando Obama trabajaba de abogado en una consejería jurídica por los derechos civiles de Chicago. Su primera hija, Malia Ann, nace en 1998; la segunda, Natasha, en 2000.- 1995. Su madre muere de cáncer con 53 años. Obama considera "el mayor error" de su vida no pasar sus últimos días con ella.- 1997. Elegido senador estatal de Illinois. Presenta propuestas radicales como la defensa de derecho al aborto, pero llega a compromisos con los republicanos en medidas sociales.- Julio de 2004. Llama la atención en la Convención Nacional Demócrata con un discurso en el que insta a superar las diferencias raciales. En noviembre del mismo año gana un puesto en el Senado por Illinois.- 16 de enero de 2007. Anuncia que se presenta como candidato a las primarias demócratas para las elecciones presidenciales de 2008.- 3 de enero de 2008. Con su victoria en los caucuses de Iowa nace la obamanía y comienza su carrera hacia la Casa Blanca.- 3 de junio. Tras cinco meses de batalla con Hillary Clinton, se asegura el número de delegados necesario para ser proclamado candidato.

Chávez le da un mensaje a nuevo líder de las Farc: “llegó la hora de que liberen a todos los rehenes a cambio de nada”

El presidente Hugo Chávez exhortó a las Fuerzas Armadas Revolucionarias a que liberen a todos los rehenes, civiles y militares. “Llegó la hora de que las FARC libere a todos los que tienen allá en la montaña. Sería un gran gesto humanitario, a cambio de nada. Así lo planteo yo ahora que hay un nuevo jefe (Alfonso Cano). Ese podría ser el primer paso a que se acabe la guerra interna en Colombia”.

El líder venezolano expresó que "eso era quizás lo que quería decirle a Marulanda", y lamentó no haber logrado la aprobación de Colombia para reunirse con él.

“Ahora le digo a Cano: suelten a toda esa gente. Hay mujeres, ancianos, enfermos, soldados que tienen hasta 10 años ahí. Ya está bueno (…) Llego la hora, Cano, yo lo creo. La guerra de guerrillas pasó a la historia”, sentenció. "A estas alturas en América Latina, está fuera de orden un movimiento guerrillero armado y eso hay que decírselo a las FARC", agregó.

Seguidamente, manifestó dirigiéndose al grupo guerrillero, que “ustedes se han convertido en una excusa del imperio para amenazarnos a todos nosotros. Son la excusa perfecta. El día que llegue la paz a Colombia, se le acabo la excusa al imperio, el terrorismo, como ellos dicen”.

“Como polvillo”

El mandatario venezolano dijo durante su programa Aló, Presidente desde el estado Falcón que después de las elecciones regionales de noviembre de este año, la oposición va a quedar “como polvillo”, al hablar desde una planta trituradora de piedras en esa entidad.

“Así van a quedar, como polvillo, ni siquiera como piedritas. El 23 de noviembre, así va a quedar la oposición. Claro, vista con un microscopio”, dijo refiriéndose a una pila de piedras trituradas.

Destacó lo importante de un eventual triunfo en las elecciones regionales de noviembre, hecho que calificó de imprescindible, sobre todo en los estados Falcón y Zulia, zona geopolítica de una gran importancia estratégica para el país. Reiteró que el “imperialismo” estadounidense tiene el plan de ganar los comicios, sobre todo en esas regiones.

Recordó que en Curazao, Estados Unidos tiene una gran base militar y desde esas islas, el imperialismo acecha a Venezuela, además en Paraguaná está la refinería más grande del mundo y el Golfo de Venezuela, así como la zona petrolera y gasífera de importancia.

“De allí la importancia estratégica de las elecciones de gobernadores y alcaldes de noviembre: Es mucho más que un proceso para elegir estas autoridades, ya que está en juego el futuro de la patria, de la revolución y, más allá, también toda esta época de cambio que ha comenzado a activarse con fuerza en Venezuela y en el resto de la región”, insistió el Presidente.

MGCGlobovisión

CARICATURA DE HOY de El Universal


NO MÁS de Teódulo López Meléndez


AMANTES



Se amaban. No estaban solos en la tierra;
tenían la noche, sus vísperas azules,
sus celajes.


Vivían uno en el otro, se palpaban
como dos pétalos no abiertos en el fondo
de alguna flor del aire.


Se amaban. No estaban solos a la orilla
de su primera noche.
Y era la tierra la que se amaba en ellos,
el oro nocturno de sus vueltas,
la galaxia.


Ya no tendrían dos muertes. No iban a separarse.
Desnudos, asombrados, sus cuerpos se tendían
como hileras de luces en un largo aeropuerto
donde algo iba a llegar desde muy lejos,
no demasiado tarde.


Eugenio Montejo

LOS DUELOS DEL COMANDANTE de Francisco Alarcón

Decía, Shakespeare: No hay dolor que el tiempo no abata y que la muerte no borre. Pero los dolores de Chávez son muy seguidos, tenebrosos que quitan toda su inspiración y fantasías. “Héroes” que existieron en su mente desde tiempos pasados, sufrimientos soterrados que no puede manifestar públicamente como la defunción de Marulanda. La casi muerte de Fidel; el infortunado Fidel quien escribe sus columnas en La Rebelión y en el Granma y nadie le para bolas. No al consumismo y la gente se desboca comprando computadoras y celulares. Yo me cuento entre quienes creen en la palabra de los “galleros” y Raúl Castro tendrá que cumplirla con sus “actualizaciones” al socialismo. Hasta que se reconstruya todo, Cuba para subsistir necesita producir, y para ello, precisa de los capitales privados. El talante del cambio cubano pudiera ser pacifico, los familiares de los cubanos en el exterior serán iguales de protagonistas a los que están en la isla. Si el segundo ingreso de los mejicanos lo constituyen las remesas provenientes de los Estados Unidos, es posible que los envíos de familiares a los cubanos sea fundamentalmente para un cambio en la isla y puedan ir edificando sus propias empresas. Bueno, aquí seguiremos en la destrucción, en el estancamiento que ni el petróleo por encima de los $100 logra incrementar las reservas internacionales. Seguramente irán a parar a manos de aprovechados particulares, encubridores de la corrupción. Pero el dolor de Chávez a pesar de todos estos factores, seguirá siendo insondable, viendo caer sus paradigmas. Su “Republica Socialista Soviética” será imposible instaurarla en Venezuela y su permanencia indefinida en el poder cada vez se hace más lejana. Su PSUV no existe aunque consten los “registros,” tal vez con un inventario de todos los empleados públicos y obsecuentes sometidos con las misiones. No hay rumbo a seguir para este régimen depredador, ni para quienes piensen inculcarle algún estilo ideológico perdiendo su tiempo. La corrupción no aparece por ningún lado en los tratados de filosofía, y éste es un paraíso de corruptos y no de socialistas. Eso le ha permitido su sostén durante diez años a quien resentidamente, pretende borrarles a los venezolanos sus buenas costumbres para imponer las prácticas de una dictadura personalista. Es la Venezuela umbría de Chávez, el solitario, buscando nuevos aires cuando todo se achica, y la inflación, escasez e inseguridad, se confabulan para poner en evidencia su fracaso, amén de sus persecuciones, violaciones a los derechos humanos y otros desmedros. Si habláramos en términos de béisbol estamos en el noveno episodio. Sin pitcher relevista y con un equipo desmoralizado. Los rojos “ganando,” pierden todos los partidos en serie. A su manager se le mueren sus camaradas. No hay revoluciones en el mundo actual que copiar, se le termina el combustible al “proceso”. Y algo que me pareció muy interesante fue la propuesta de Ana Julia Jatar, la “oposición” debe comenzar por alertar a los países que comercien con Chávez que sólo se reconocerán las deudas lícitas. También ellos, deben recordar la máxima Shakesperiana que no hay mal que dure toda la vida, y mañana cuando Venezuela vuelva a ser lo que fue, recobrando su democracia no podrán justificar los latrocinios quienes los hayan cometido. Los abatimientos matan, son inquietantes y desmoralizadores. No hay a quien plagiar, no hay socios para encender el continente. Quienes se enredaron con Chávez están cavando su propia tumba y su cementerio particular esta repleto de muertos con sus “ídolos”: Sadam, Raúl Reyes, Marulanda y el casi interfecto Fidel. Qué hará de ahora en adelante con tantos “acreedores”, y parásitos: los Evo, los kirchner, Correa, y el aprovechado Lula. Los consejos de Raúl no parecen prender en su personalidad, o no son afines a sus propósitos. Revolución de qué, de quién, socialismo de cuál. No hay por ninguna parte nada que se pueda enarbolar, sólo dolor por la muerte de los compañeros fallecidos, a veces, el recuerdo aturde y liquida…

Chávez admite errores y anuncia correcciones a la Ley de Inteligencia

En el marco de la Ley Habilitante, el presidente Hugo Chávez promulgó el 28 de mayo la Ley del Sistema Nacional de Inteligencia y Contrainteligencia. Ayer, el mismo jefe de Estado que firmó el ejecútese de esa norma reconoció que se equivocó.
El mandatario nacional anunció que ese instrumento legal, que desde su publicación en Gaceta Oficial ha recibido acerbas objeciones, será reformado. "Decidí que vamos a corregir la ley de inmediato y he nombrado una comisión para corregirla y redactarla de otra manera", informó el gobernante, tras admitir que el cuestionado decreto contiene "algunos errores".
El dignatario señaló que el artículo 16 de la regla "es un error, y no es pequeño el error". Allí se establece que cualquier persona debe colaborar de forma obligatoria con los cuerpos de inteligencia y contrainteligencia, si así éstos lo requieren.
"Esa es una extralimitación, un error del Gobierno", sentenció Chávez, quien se mostró dispuesto a modificar el instrumento legal atendiendo a las "críticas y aportes" que se han planteado públicamente.
Luego de afirmar que "no se obligará a nadie a decir más allá de lo que quiera decir", el Presidente declaró: "Pido comprensión. Si algo debe distinguirnos es la transparencia, hemos derrotado todas las conspiraciones con el más alto respeto por los derechos humanos".
Chávez enfatizó que "hay que aceptar y no defender lo indefendible", mientras sostuvo que "la ley no es mala, pero tiene elementos que utiliza el adversario para generar miedo".Unidad a medias
El jefe de Estado ofreció estas palabras en Maracaibo, donde encabezó el acto de juramentación de los candidatos del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) que competirán en las elecciones regionales del 23 de noviembre.
El dignatario expresó su satisfacción por la celebración de las primarias del PSUV. "Hemos derrotado las pretensiones perturbadoras de nuestros adversarios y a los viejos vicios, a los fantasmas de adentro", espetó.
A las protestas que en varios estados siguieron a la divulgación de los resultados, Chávez las calificó como "pequeñas manchas, manchas inevitables". "Es un gran éxito que podamos decir sin traumas mayores: 'Aquí no hay ni habrá división ni peleas intestinas'", concluyó el líder de la revolución bolivariana, que llamó a la reflexión a los "pequeños grupos" que cantaron fraude.
"A nombre del pueblo", el Presidente exigió a toda la militancia que reconozca y acate las decisiones adoptadas por la cúpula del PSUV. "Trabajemos todos unidos para las elecciones, está en juego la patria, esto no se trata de proyectos personales, continuistas, no nos dejemos embasurar", exclamó.
Chávez lamentó las expresiones del gobernador de Guárico, Eduardo Manuitt, quien acusó a Willian Lara de ser el candidato del "odio". "Si (Manuitt) quiere seguir en el partido, tiene que rectificar", advirtió, al tiempo que confesó: "Yo quiero que Willian Lara sea el gobernador de Guárico". En ese estado también aspiran los secretarios generales de PPT, José Albornoz, y el MEP, Eustoquio Contreras.
El Presidente contempló la posibilidad de que las fuerzas oficialistas no marchen unidas en todas las regiones. "Donde no sea posible (el acuerdo), lancen sus candidatos, el pueblo será el que decida", subrayó, y explicó que los abanderados del PSUV "tienen la legitimidad de haber sido elegidos por las bases".
"Quiero hacerle un llamado a PCV, PPT, MEP y otros. Lo ideal es que se hubieran venido, ellos decidieron mantener unas estructuras que respetamos, pero ellos tienen que respetarnos a nosotros", aclaró Chávez, quien ordenó al PSUV relanzar la figura de las "patrullas" que ya utilizó en la campaña de 2004 por el referendo revocatorio.

Trescientas veces con cariño

Autores, lectores y otros fenómenos editoriales en un día de firmas en la feria del libro en Madrid
Faltan 45 minutos para la llegada de Carlos Ruiz Zafón, millonario autor de best sellers, y ya hay más personas haciendo cola para pasar un minuto en su presencia de las humanamente posibles. 18.02. Charo y Carmen, las primeras afortunadas, que llevan tres horas al sol del Retiro, salen triunfantes con sendos libracos firmados por el escritor barcelonés. A su lado, una señora posa para la cámara como si a sus espaldas se levantara la Fontana di Trevi en lugar de la carpa que para la ocasión ha colocado Planeta en la Feria del Libro de Madrid. Tras el cordón de seguridad, dos azafatas de idénticas mechas rubias se reparten el trabajo de un modo que haría sentirse orgulloso a Henry Ford. Una toma el libro de manos de lector y lo abre por esa página que las convenciones han reservado para las dedicatorias. La otra lo coge, estampa un sello y lo deposita sobre el escritorio, estrella de la escenografía kitsch que rodea a Ruiz Zafón. Escribe: "Para...". Y firma. Trescientas veces en tres horas. Con cinco bolis de distinto grosor para evitar la tendinitis.
El 'show Zafón' tuvo la misma nula emoción de las victorias aplastantes
"Para el autor grande bastan 150 libros; para el pequeño, 50", dice un editor
Pese a que el show Zafón tuvo la misma nula emoción que cualquier victoria aplastante, su presencia ayer en el Retiro fue más que suficiente para alterar la tranquilidad del pequeño ecosistema de los firmantes, esa especie atribulada de escritores que surge en la Feria del Libro. Dejó en juego de niños las colas de Eduardo Mendoza (45 minutos por una rúbrica en su novela La asombrosa historia de Pomponio Flato) y ensombreció hazañas como la de los Sánchez, que por la mañana pudieron convencer a sus tres hijos de la conveniencia de esperar durante una hora para que un señor mayor (Ibáñez, padre de Mortadelo y Filemón) les garabatease un libro.
Y eso que el dibujante era el único llamado ayer, primer día verdaderamente veraniego de la feria, a hacer sombra al viento. No en vano pertenece, junto con Ruiz Zafón, a la aristocracia de los autores con carpa propia, ante la que desfilan los lectores ordenadamente, en una puesta en escena que pudo recorda a los Reyes Magos de El Corte Inglés de no haber sido por los 25 grados a la sombra.
Pero no todos son reyes, ni mucho menos, magos. En efecto, en el mundo de las firmas también hay clases. Están los escritores-pez, modestos novelistas, poetas o autores de manuales para la buena marcha de la empresa que se sientan bajo un cartel con su nombre para ser observados por los paseantes con el descaro escrutinio de quien mira en el interior un acuario. De cuando en cuando, por cierto, firman un ejemplar.
Los autores-tumulto, un escalón por encima, cuentan con suficiente presencia como para atraer a un desordenado grupo de lectores y curiosos que los mantienen ocupados durante el tiempo de una sesión (entre 150 y 180 minutos). Tal era el caso ayer por la mañana de Rosa Montero, que firmó a buen ritmo con su brazo derecho remangado, sobre el que lucía el tatuaje de una salamandra, animal que adorna la portada de su última novela, Instrucciones para salvar el mundo.
Y por último están los autores-valla. Esos que obligan a la organización a colocar un par de guardas para ordenar el tráfico. "Estamos aquí para que nadie se cuele", había advertido muy serio el muchachote encargado de la seguridad literaria en la firma de Almudena Grandes, verdadera estajanovista del "contacto con los lectores" (que, por cierto, es la razón de todo esto, preguntes a quien preguntes).
Grandes, una de las más exitosas de la feria incluso aunque no medie novedad editorial, firma los tres fines de semana de la feria (en días laborables, los autores descansan). Y calculó al término de la "sorprendente, emocionante y a ratos agobiante" sesión matinal de ayer que había rubricado, a libro por minuto, unos 150 ejemplares de toda su obra.
Un cálculo que, en la caseta de la librería-editorial-distribuidora Antonio Machado habría firmado Aldo García. "Para una firma de un autor grande, encargamos 150 libros, 100 para los medianos y 50 para los pequeños. Nadie desea quedarse sin existencias por razones obvias", explicó sobre la insistente megafonía que, con voz metálica, repasaba el orden del día: "Carlos Abad firmará en la caseta 164 ejemplares de Caso gato, una historia de la noche digital... Ángeles Amorós, en la 151, de toda su obra...", repitió durante toda la jornada una locutora que bien podría haberse puesto a lanzar mensajes tipo "Dios es negra" o "Franz Kafka firmará La metamorfosis en la caseta 22" y nadie lo hubiese advertido en el runrún de las casetas.
Y mucho menos los lectores, que con cara satisfecha y pasado el trago de estar ante el famoso autor comprobaban las dedicatorias. Ya fuesen iguales que las del vecino ("Para Mercedes con mis mejores deseos. Juan José Millás") o únicas como los dibujos de Mingote.
Porque sí, en esto también hay escuelas. Los de la pluma y los del bolígrafo. La de los resolutivos y la de los que se eternizan en cada firma y obligan a sus fieles a guardarse el sitio para excusarse en los baños, que algún genio de la señaléctica, esa ciencia de nuevo cuño, ha decidido distinguir en lugar de con el clásico Señoras y Caballeros con Lectoras y Lectores.

QUE DICE CUBA


ENCUENTRO/ El II Encuentro Nacional Hispano Cubano celebrado ayer en la localidad madrileña de Alcobendas denunció la falta de respeto a la libertad y a los derechos humanos en Cuba, especialmente los de la comunidad negra, y defendió la necesidad de avanzar en la transformación democrática del país caribeño.
El presidente de la Federación Española de Inmigrantes (FEIN), Guillermo Llano Matiz, explicó que el objetivo es que ``los inmigrantes y los exiliados cubanos puedan trabajar conjuntamente bajo un propósito común que es la libertad y la democracia en Cuba''.
El presidente de la Federación de Asociaciones Cubanas Siglo XXI (FEDACI S.XXI), Guillermo Ponce, comentó que, por primera vez en España, se ha logrado reunir a líderes de asociaciones anticastristas, neutrales y grupos cercanos a la embajada de Cuba y a la política de los hermanos Castro.
UNESCO/ La Unesco elogió los trabajos de restauración que permitieron que el Castillo de la Real Fuerza, la más antigua de las fortalezas coloniales de Cuba, abriera sus puertas el viernes como un museo dedicado a la historia de la construcción naval en la isla.
''Esta experiencia singular (la restauración de la fortaleza) es el resultado de un esfuerzo excepcional del Estado y pueblo cubanos y constituye una contribución muy valiosa de Cuba al mundo'', afirmó el director de Cultura para América Latina, Herman Van Hooff.
''La Habana continúa sin dejar de asombrarnos un cuarto de siglo después de haber sido reconocida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad (1982)'', añadió Van Hooff, quien transmitió también a los cubanos la felicitación de la vicedirectora general de la UNESCO, Franc¸oise Rivière.
ESCRITOR/ El escritor cubano Abilio Estévez, que acaba de publicar la novela Elnavegante dormido, con la que cierra la trilogía que inició con Tuyo es el reino, sostiene que en su país ``el final empezó, casi de modo impreciso e inmóvil, sabiendo la propia cúpula militar que los cambios son inevitables''.
El autor, residente en Barcelona desde hace años, se muestra optimista y cree que los cambios en Cuba son ''inevitables'' y agrega que ``no se puede detener más tiempo esa maquinaria oxidada''.
A su juicio, incluso podría haber personas del régimen que desearan los cambios, ``pero romper la inercia es difícil y debe hacerse con toda la cautela posible para que no se venga todo abajo como un castillo de naipes''.
CONTAMINACION/ Cuba, que logró reducir en 18 años entre 77 y 80 por ciento el uso de sustancias que dañan la capa de ozono, prepara su primer inventario de todas las emisiones de contaminantes atmosféricos presentes en la isla, informó ayer la prensa local.
El estudio ''se propone identificar los principales focos'' de contaminación de la atmósfera y ''calcular los volúmenes de compuestos nocivos que tales fuentes despiden'', señaló Osvaldo Cuesta, director del Centro de Contaminación y Química Atmosférica del Instituto Cubano de Meteorología.
Cuesta, citado por el diario Juventud Rebelde, comentó que la investigación ``comprende la puesta en marcha de nuevas estaciones de monitoreo de la calidad del aire, y el diseño de las medidas de mitigación en los sectores más contaminantes''.
Cuba es signataria del Convenio de Viena y el Protocolo de Montreal sobre protección de la capa de ozono, y también ha suscrito todas sus enmiendas.


Correa no le pedirá permiso a Colombia para buscar la liberación de los secuestrados

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, calificó como "prisionero de guerra" al soldado colombiano Pablo Emilio Moncayo, secuestrado desde hace diez años por las FARC, y reiteró su voluntad para colaborar en su proceso de liberación. En su programa semanal de radio, Correa enfatizó que no le van a pedir permiso a nadie para una acción humanitaria que está incompleta, al referirse a la ayuda para la liberación de Moncayo, plagiado por las FARC. "Somos un país soberano y a nadie le vamos a pedir permiso para una acción humanitaria, que está en completa coincidencia con nuestros principios", añadió. "Ratificamos al profesor Gustavo Moncayo, en la visita que nos hizo al palacio (de Gobierno el pasado martes), nuestra disposición para la liberación de los secuestrados y prisioneros de guerra. Hay más de 3.000 personas en esta situación, y Pablo Emilio es un prisionero de guerra", sostuvo el jefe de Estado. Felicitó al padre del soldado por ser un ejemplo de amor paternal y de lucha, al promover campañas internacionales para lograr la liberación de su hijo.

A la Fiscalía colombiana llegaron capturados con munición

Las investigaciones buscan verificar si entre los detenidos hay un militar velezolano. El gobierno del país vecino lo niega.

Clinton apoya a Obama para nominación demócrata EEUU

WASHINGTON (Reuters) - Hillary Clinton puso fin el sábado a su histórica apuesta para llegar a la Casa Blanca y apoyó a Barack Obama, instando a sus partidarios a unirse en torno al senador y a ayudar a recuperar la presidencia para los demócratas en las elecciones de noviembre.
En el primer paso para cerrar las heridas de una divisiva batalla de cinco meses por la nominación, Clinton dijo a partidarios, mientras la vitoreaban en un mitin final de su campaña, que trabajaría duro para que Obama llegue a la Casa Blanca.
Instó a sus partidarios a unirse en torno al senador de Illinois en su carrera contra el republicano John McCain para las elecciones generales.
"Trabajaré hasta el cansancio para asegurarme que el senador Obama sea nuestro próximo presidente," dijo Clinton a unos 2.000 seguidores en el National Building Museum de Washington. "Le pido a todos ustedes que me acompañen en trabajar tan duro por Barack Obama como lo han hecho por mí," agregó.
Con su esposo, el ex presidente Bill Clinton, y su hija, Chelsea, acompañándola en el escenario, Clinton dijo que ella y Obama compartían los mismos valores y metas.
"Lo respaldo y le brindo todo mi apoyo," dijo. "Haremos historia juntos," expresó la ex primera dama.
Clinton, senadora por Nueva York y ex primera dama, alguna vez fue considerada la favorita para convertirse en la primera presidenta de Estados Unidos. Se resistió durante meses a los llamados a retirarse de la carrera mientras Obama lograba una ventaja insuperable.
Al mencionar el nombre de Obama provocó abucheos de algunos en la multitud, pero dijo que era tiempo de dejar de lado sus diferencias y concentrarse en ganar en noviembre.
"Esta ha sido una dura lucha, pero el Partido Demócrata es una familia, y ahora es tiempo de restaurar los lazos que nos unen y acercarnos," señaló.
Obama no apareció en el acto, dejando a Clinton ser la atracción del día. Clinton obtuvo más de 17 millones de votos durante la batalla de nominación demócrata y Obama ha intentado construir puentes hacia su sector de votantes de cara a la campaña para noviembre.
Dijo en un comunicado que estaba "emocionado y honrado" de tener el apoyo de Clinton y elogió a su campaña por derribar barreras para las mujeres e inspirar a los votantes demócratas.
'UN CANDIDATO MEJOR'
"Nuestro partido y nuestro país son más fuertes debido al trabajo que ella ha hecho durante toda su vida, y soy un mejor candidato por haber tenido el privilegio de competir con ella," dijo Obama.
La decisión de Clinton de suspender su campaña en lugar de disolverla formalmente significa que mantiene algo de control sobre sus delegados y todavía puede trabajar para devolver los más de 20 millones de dólares de deuda de campaña, incluyendo el préstamo de más de 11 millones de dólares que realizó a su campaña de su propio bolsillo.
Su aparición en Washington ocurrió dos días después de que ella y Obama se reunieran en privado, y tras semanas de especulaciones sobre la posibilidad de que se convierta en la compañera de fórmula de Obama.
Algunos de sus seguidores han intentado presionar a Obama para que la elija, pero la campaña de la senadora por Nueva York emitió un comunicado el jueves diciendo que no busca el puesto de vicepresidenta.
Clinton no mencionó la posibilidad en su discurso. Dijo que está abierta a la idea, que entusiasma a muchos seguidores, pero es vista con escepticismo desde el bando de Obama.

Canadá concluye negociaciones libre comercio Colombia


TORONTO (Reuters) - El Gobierno de Canadá dijo el sábado que concluyó negociaciones de libre comercio con Colombia, incluyendo tratativas relacionadas con asuntos laborales y medioambientales, un acuerdo que expandiría el acceso a los mercados de bienes y servicios para ambos países.
Una vez implementado, el tratado de libre comercio mejoraría el acceso para productos agrícolas, bienes industriales y comercio de servicios entre Canadá y Colombia, y garantizaría inversiones más seguras, dijo el Ministerio de Asuntos Externos de Canadá y Comercio Internacional en una nota de prensa publicada en su sitio de internet.
El acuerdo también estipula inversiones más seguras, añadió la nota. Las conversaciones sobre el acuerdo comenzaron en julio del 2007.
El tratado "ayudará a solidificar esfuerzos en curso del Gobierno de Colombia por crear una democracia más próspera, equitativa y segura," dijo el ministro de Comercio canadiense David Emerson.
En el 2007, el comercio entre Canadá y Colombia alcanzó 1.140 millones de dólares, dijo el ministerio.
El Gobierno dijo que el acuerdo de cooperación de trabajo compromete a ambos países a respetar estándares centrales fijados por la Organización Internacional del Trabajo, como la eliminación del trabajo infantil y asegurar el derecho a la negociación colectiva.
"Este acuerdo, como el que fue firmado por nuestro Gobierno en Perú la semana pasada, contiene algunas de las más comprensivas medidas sobre el trabajo que puedan encontrarse en cualquier tratado en cualquier parte del mundo," dijo el ministro del Trabajo canadiense Jean-Pierre Blackburn.
El acuerdo sobre el medio ambiente obliga a Canadá y a Colombia a imponer sus leyes ambientales internas y abstenerse de suavizarlas para incentivar el comercio o la inversión, dijo la nota de prensa.
El acuerdo debe enfrentar revisiones legales y parlamentarias en ambos países. Tras un período de revisión de 21 días, un borrador de la legislación será sometido a la aprobación de los legisladores.